¿Por qué se requiere una planificación adecuada en el marco del transporte ferroviario urbano?

Tendencias19-11-2024

El aumento de la población en las grandes ciudades plantea una serie de desafíos complejos que afectan diversas áreas, desde la infraestructura hasta la calidad de vida. Estos retos están vinculados a la urbanización acelerada, el crecimiento demográfico y la necesidad de gestionar de manera sostenible los recursos y el espacio disponible.

Este crecimiento demográfico en las grandes ciudades conlleva un aumento en el número de personas que dependen del transporte público y privado y, en general, las infraestructuras no logran expandirse al ritmo necesario para absorber este aumento en la demanda, generando congestión, tráfico intenso y tiempos de desplazamiento más largos, afectando la calidad de vida de los ciudadanos.

Para hacer frente a dicho reto, es imprescindible que los gobiernos adopten estrategias de planificación urbana sostenibles que favorezcan el desarrollo equitativo de los núcleos urbanos y que permita la revitalización de todas las áreas. Por eso, es importante apostar desde todas las administraciones, tanto locales como centrales, por medios de transporte públicos eficientes y limpios de tal forma que se reduzca la dependencia del automóvil y se logre reducir los niveles de contaminación en general. 

Las políticas impulsadas por las administraciones de los países más desarrollados hacia la descarbonización del transporte apuntan al transporte ferroviario urbano como una de las soluciones de movilidad con mayor potencial de crecimiento en las próximas décadas. 

Además, cabe destacar la cada vez más habitual práctica por parte de las administraciones locales de situar al ciudadano en el centro del foco, a través de medidas como la peatonalización de avenidas previamente transitadas por vehículos rodados, controles de velocidad en los núcleos urbanos y las restricciones de acceso a las ciudades a los vehículos contaminantes, con el fin de ir devolviendo las ciudades al peatón.
 

Todos estos elementos esbozan un escenario favorable para la penetración de sistemas de transporte urbanos en las ciudades, tales como metros, tranvías e incluso autobuses eléctricos, en detrimento de las soluciones de movilidad basadas en combustibles fósiles. 

A pesar de ello, un escenario favorable no debería ser condición suficiente para la elección de un sistema de transporte ferroviario aleatorio, pues se debe estudiar minuciosa y objetivamente la idoneidad de este tipo de solución en el contexto específico del núcleo urbano, priorizando la opción más adecuada para el ciudadano y la administración, no solo en términos económicos sino también operacionales, de tal forma que se adapte la solución de transporte a la necesidades reales de demanda así como a los tiempos de movilidad. 

También resulta importante considerar la solución de transporte dentro del marco del plan movilidad, tanto a nivel local como nacional a medio-largo plazo, de forma que el proyecto de transporte de movilidad garantice una movilidad intermodal e interterritorial. 

Todo ello permite que los planes de movilidad locales y nacionales queden alineados, siendo el ciudadano el beneficiado de una movilidad más accesible y atractiva, permitiendo además el aumento de la demanda del medio de transporte implementado.

Dentro de las alternativas de transporte ferroviario urbano nos podemos encontrar con soluciones de tranvía, metro o cercanías, cuya elección depende de varios factores que van desde las características de la ciudad, la demanda de pasajeros, presupuesto e infraestructuras existentes.

• Tranvía: es un sistema de transporte ligero sobre rieles que generalmente opera a nivel de la calle y comparte el espacio con otros vehículos no requiriendo una infraestructura muy masiva y subterránea. Esta opción es más común en ciudades medianas o en áreas específicas dentro de grandes ciudades donde se busca un sistema de transporte eficiente sin grandes inversiones.
• Metro: es un sistema de transporte subterráneo o elevado de alta capacidad que opera en un corredor dedicado, independiente del tráfico rodado. Se utiliza principalmente en grandes ciudades con alta densidad poblacional y grandes volúmenes de pasajeros. Esta opción requiere de una mayor inversión, así como de un mayor plazo de construcción.
• Cercanías: son sistemas ferroviarios que conectan los suburbios o ciudades cercanas con el centro de una ciudad principal, con una distancia entre sí de 15 y 60 km. Operan en vías dedicadas o compartidas con otros trenes regionales y/o de larga distancia, y generalmente cubren trayectos más largos que el metro o el tranvía y el coste de inversión es algo menor que los sistemas de metro, pero mayores que los del tranvía.

En varias ciudades europeas, algunos de los proyectos de transporte público ferroviarios se han enfrentado problemas que han llevado a su uso limitado o inadecuado, a pesar de la inversión significativa realizada en la infraestructura. Estas dificultades están relacionadas con una falta de planificación adecuada, así como a una falta de adaptación a las necesidades reales de la población.
 
Por esto, es preciso realizar una buena planificación, así como los correspondientes estudios con el fin de determinar la solución de transporte ferroviario urbano más adecuado para resolver las necesidades identificadas. Además de una buena planificación, se debe contemplar también la estrategia de contratación más apropiada para el proyecto, considerando la posibilidad tanto de un modelo de contratación pública como público-privado.

En el caso de optar por un modelo de contratación público-privado, además de todos los aspectos mencionados, es necesario articular una transferencia de riesgos coherente entre el sector público y privado, de tal forma que se asigne el riesgo al que más capacidad tenga para gestionarlo. 

El papel activo de la administración, durante la planificación, contratación, diseño, ejecución y operación del sistema de transporte ferroviario urbano, es de vital relevancia para asegurar el éxito del proyecto, debiéndose rodear de expertos acreditados en materia de movilidad y especialmente en los diferentes subsistemas que componen el sistema ferroviario. 

Además, sería importante fomentar la cooperación directa y la transferencia del conocimiento entre administraciones, de tal forma que el conocimiento adquirido en la ejecución de proyectos (lecciones aprendidas, buenas prácticas, casos de éxito, etc.) impulsaría una cultura de mejora continua global. 

Además de un papel líder de las administraciones en la implantación y gestión de los proyectos de transporte ferroviario urbanos, es recomendable involucrar al sector privado durante las etapas tempranas del proyecto con el fin de incorporar nuevos conocimientos, nuevas tecnologías e identificar mejoras que podrían ser implementadas en el proyecto desde diversos ángulos, como es el técnico, financiero y/o legal.

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